Gracias a la enorme confianza de nuestros consumidores, la fábrica de caramelos de Bonn se ha convertido en un operador internacional: actualmente estamos presentes en los cinco continentes. De nuestras fábricas salen cada día 100 millones de Ositos de Oro. Pero hay dos cosas que no han cambiado: seguimos siendo una empresa familiar. Y nuestro compromiso sin concesiones con la calidad de nuestros productos sigue vigente. Sobre estos cimientos, también podemos asumir la creciente responsabilidad de una empresa de caramelos de alcance internacional.